miércoles, 17 de agosto de 2011

EL AMOR










AMOR: Dice el D.R.A.E.: Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita el encuentro con el ser que nos atrae en busca de reciprocidad en el deseo de unión que nos completa y alegra hacia la unión sexual.

Nos enseñaron a leer, escribir, sumar y restar, nos acercamos a las disciplinas del saber humano, sin embargo en ninguna escuela nos enseñaron el arte de AMAR, competencia básica para el encuentro de la felicidad y realización personal.

Todos aspiramos a AMAR Y SER AMADOS, a veces erramos en esta pretensión, dirigimos nuestro amor en proyecto irreales o planificamos nuestro amor hacia personas que no pueden o no quieren correspondernos.

La adolescencia es punto de partida de los secretos de nuestro corazón junto a los misterios que alberga la unión deseada.

Decía Platón: "Desde hace tanto tiempo, pues, es el amor de los unos a los otros innato en los hombres y restaurador de la antigua naturaleza, que intenta hacer uno sólo de dos y sanar la naturaleza humana".

En la actualidad no es raro observar como las separaciones de pareja aumentan de día en día, la ansiada unión lleva consigo la cercana y continua convivencia, entre la adicción a la media naranja y el desapego debería existir un amor sólido en que cada miembro de la pareja, sin dejar de ser uno mismo reforzara y multiplicara su felicidad en cooperación con el otro, sin embargo, las teorías se truncan al convivir juntos los placeres de la unión y los horrores del encierro.

AMOR DURADERO:

RESPETO COMO PRIMER VALOR. En una relación saludable la dignidad personal y el respeto debe estar siempre presente, sin sucumbir jamás a la humillación por parte del otro.

AMAR CON CARIÑO DESINTERESADO. la mejor manera de evitar agravios es DAR SIN PEDIR A CAMBIO y recibir sin sentirnos obligados a compensar al que da, si nuestra pareja nos hace sufrir significa que estamos con la persona equivocada.

VIVIR EL PRESENTE. No podemos saber lo que sucederá mañana, evolucionar libremente, entregarse a un intercambio creativo, aceptar que cada persona puede cambiar de manera distinta y aún así, permanecer juntos.

COMPARTIR DESDE LA INDEPENDENCIA DE CADA SER. Una relación amorosa saludable debe de estar libre de apegos y sustentarse en la propia identidad y autonomía de cada persona, en lugar de sumar dos mitades, se trata de poder rodar juntos y completos en la misma dirección.