viernes, 2 de diciembre de 2011

TIEMPO DE PENSAR, MEDITAR, RAZONAR, EXIGIR.










La actual crisis económica de la que padece Europa y naturalmente nuestro país, es tiempo de agobios más que justificados, la falta de trabajo, la escasez de recursos económicos los recortes sobre bienestares sociales en los servicios comunitarios, la incertidumbre sobre el futuro, es razón para que nuestro estrés se ponga en guardia no para originar reacciones psicosomáticas o trastornos de tipo psicológico, sino para que el ciudadano normal y corriente actúe, exija, vigile las actividades políticas a su alcance.

El ciudadano debe ser consciente de todo lo relativo a la administración de su pueblo, comunidad autónoma o Estado donde resida.

Las inversiones públicas deben tener una finalidad necesaria y útil de cara al ciudadano, o sea, que el dinero sea invertido en utilidad pública necesaria.

La energía a nivel nacional, fuentes de donde depende toda la actividad energética del país, debe ser de producción y extracción propia, no depender de fuentes extranjeras como es el petróleo o gas que además de tener un costo caro, estar en extinción, está a merced y dependencia de potencias extranjeras. (se adjuntan croquis)

El hecho de construir sin utilidad, sin provecho, sin beneficio alguno para los ciudadanos donde su ventaja es nula, es el caso de los Aeropuertos de Ciudad Real, Castellón donde los aviones brillan por su ausencia; o poblaciones pequeñas donde se han construido Casas para la Cultura , recintos para espectáculos donde su destino y uso no ha sido ni es mostrar la cultura al pueblo, Salas de exposiciones donde no se muestran y exhiben actividades pedagógicas, didácticas o formativas: y también otras construcciones sin fines determinados, que se pidieron y edificaron por el sólo hecho de decir “las tenemos en nuestro pueblo” pero que para nada sirven.

Es el mal gobierno de pedir otorgar, adjudicar, despilfarrar, derrochar y mal aprovechar.

Ello equivale a importantes cantidades de dinero público que podía haber sido invertido en cuestiones de uso primordial o sustancial para la población

El dinero de que disponen las administraciones públicas es un dinero público debe ser sagrado y empleado en beneficio del ciudadano, de sus bienestares sociales, de su hábitat.

El ciudadano normal y corriente debe ser muy consciente de como se administra, como se utiliza, como se invierte, cual es su uso, como se maneja o se manipula, como se gasta el dinero que debe circular en beneficio de todos al ser público.